CHANCHAMAYO: EL ENCUENTRO DE DOS DIOSES EN LA SELVA

Desde tiempos inmemoriales, los sabios nativos amazónicos del Perú creyeron en sus dioses árboles, en sus dioses trueno, en sus dioses serpiente y en sus dioses agua. Pero la cruz llegó de lejos, irrumpió en la jungla y una voz hebrea empezó a sonar allí donde rugían los jaguares. Entonces se confundieron los credos y, hoy en día, el valeroso guerrero de la etnia peruana ashaninka, con su sombrero de fascinantes plumas turquesa de guacamayo, no sabe si rezarle a un dios forastero y bondadoso de barba o al otro de sus antepasados, que creían que la divinidad estaba en el barro, en la orquídea o en la luna que alumbra el reino de la noche amazónica. En la selva, entonces, dos dioses vienen enfrentándose en las esferas celestes.....

Plaza de La Integración, la Merced, Perú. Homenaje al nativo ashaninka.