viernes, 15 de enero de 2010

Pablo Amaringo: el dolor de morirse incomprendido en el Perú.- Escribe Juan Ochoa López

Pablo Amaringo, hermano: me dijeron que te moriste en noviembre y, entonces, tu energía luminosa debe estar selva adentro, entre los shihuahuacos y las capironas, encarnado en un otorongo negro hermoso como tus lienzos. Siento tu muerte por todo lo que conversamos en tu casa ucayalina, por toda la amazonía que me regaló tu amistad y tu genio, por lo mucho que tus cuadros ennoblecieron al Perú y a todos los espacios de mi alma. Pablo, perdóname la audacia de llamarte hermano, pero fuimos hermanos de sangre en el amor universal hacia tu jungla. Tu ayudaste a que yo convirtiera al río en uno de mis dioses. Tus cuadros condujeron a que la madre selva me adoptara. Cómo no sentir tu partida, Pablo, y como no indignarme cuando estuvimos en tu casa - en nuestra ultima entrevista - y me dijiste que no podías entregar certificados "oficiales" en tu escuela de pintura porque las leyes educativas no te reconocen como maestro "profesional". Nos reímos juntos de lo bestial que puede ser el sistema, la buromierdocracia, que no se rinde ante la inteligencia creadora - como fue la tuya - sino ante un diploma traficado en Azángaro. Amaringo, el maestro, el Picasso de la amazonía nacional, no puede enseñar "oficialmente" en el Perú. Cómo me duele hoy el dolor con que te moriste, el ver tu escuela abandonada por los ministros ciegos, por los peruanos indiferentes. Pero vas a volver, Pablo, te lo aseguro. Volverás y serás miles.
Has muerto físicamente, pero no importa. Yo te sigo viendo, Pablo, en el vuelo del paucar en el crepúsculo, en el ojo hipnótico del tigre y de la boa negra, te veo en la muyuna que se forma en el río, te voy a seguir viendo en cada pomarrosa que cae del árbol, en el amor del tapir con su tapira, en el ayahuasca te veré, Amaringo, y yo me encargaré de que los peruanos no se olviden de que el mejor pincel de la historia del Perú fue el tuyo. Tuyo el color, tuya la magia, tuyo el tunchi amazónico, la fruta, la restinga, tuya la selva, hermano inolvidable, Pablo nuestro.

jueves, 14 de enero de 2010

DISCOVERY EN LA SELVA PERUANA.- ENCUENTRO DE AUSTIN STEVENS Y LA SHUSHUPE

Realmente notable el encuentro, en la selva peruana de Madre de Dios, que tuvo el famoso fotógrafo y estudioso de las serpientes, el sudafricano Austin Stevens, con una venenosa shushupe. Discovery lo trasmitió a nivel mundial (aquí en el Perú lo propaló TNP) y en este documental se demostró que la fauna peruana siempre inspira notables joyas televisivas y la admiración de expertos tan destacados como Stevens. La shushupe, la más venenosa de las serpientes de sudamérica, recibió todos los elogios del arriesgado Stevens, quien pudo dominarla, fotografiarla y rendirle un homenaje, por ser un ejemplar realmente maravilloso de la madre naturaleza. El documental fue filmado en pleno territorio de nuestros hermanos machiguengas. Congratulaciones y gracias por venir a la Amazonia Peruana, genial Austin.